jueves, 15 de enero de 2015

El proceso de aprendizaje nunca acaba



LA FORMACION PROFESIONAL INICIA EN UN SUEÑO

 

Hace exactamente 20 años concluí los estudios secundarios y había decidido estudiar la especialidad de educación. Residía en Chiclayo y a pesar de la oferta educativa que había en el lugar donde vivía, era mi sueño estudiar en la Universidad Peruana Unión y llegar a ser una buena docente que incentive el éxito en sus alumnos, tanto en su vida personal como en  conocimientos y habilidades, a cambio de nada, sólo ser apreciada por ellos.

El sueño en ese entonces no se pudo concretar por distintos motivos, tal vez el principal por falta de fe en Dios y mi propia capacidad. No estudié en la universidad que soñaba y tampoco curse la especialidad que anhelaba. Casos similares he conocido en mi desempeño profesional,  donde he encontrado jóvenes que ni siquiera saben por qué siguen una especialidad o cual será su campo de acción una vez terminada la universidad. Tal vez hace veinte años cruzaban por mi mente las siguientes preguntas: si elijo otra especialidad, ¿es que acaso no podré ser la mejor?, ¿Si elijo otra formación profesional me tengo que olvidar de aquella que anhelaba?, ¿Dentro de cinco años estaré destinada a trabajar en la especialidad que estudié y allí terminará todo?

El sistema educativo en el Perú exige de manera obligatoria que los alumnos cursen tres años de educación inicial, seis años de educación primaria y cinco años de educación secundaria, para que habiendo culminado este tiempo de educación, con 16 años en promedio de edad a nivel nacional (INEI, 2011), pasen de manera voluntaria a continuar estudios educativos en una entidad superior, sea esta universitaria, escuela o instituto técnico.

A manera de ayuda, los alumnos durante la educación secundaria deben participar de un proceso de orientación vocacional con la finalidad de obtener información de sí mismo, el sistema educativo y el mundo profesional; para luego analizar la información recibida, reflexionar y tomar la decisión (Álvarez M. et al, 1994). En muchos de nuestros colegios secundarios, los alumnos sólo participan de un test de orientación vocacional con aproximadamente 90 preguntas. Una vez aplicado el test, el colegio les da charlas donde explican cada una de las formaciones profesionales que brindan las universidades, sus ventajas, fortalezas, debilidades y campos de acción. El problema es que cuando en el colegio realizan los test de orientación vocacional, los grupos de amigos suelen elegir las mismas alternativas a las preguntas o incluso algunos marcan sin pensar no cumpliendo el propósito de dicho test, por lo tanto se obtendrán resultados no confiables.

Posteriormente, dependiendo de la publicidad, oferta educativa, precios, calidad y prestigio de cada entidad educativa superior, más los medios económicos y familiares del estudiante, éste termina eligiendo a que centro de educación superior asistirá.

Existen organismos como SINEACE, que establecen el conjunto de normas y procedimientos estructurados que garantizan a la sociedad una institución educativa con servicio de calidad. En otras palabras, el centro de estudios que se encuentre acreditado debe contar con un reconocimiento público y temporal de la institución educativa, área o carrera profesional que voluntariamente ha participado de la evaluación (Del Mastro Vecchione, 2011).

En el Perú según el reporte de Macroconsult en el 2013 tenemos 89 universidades privadas y 51 universidades nacionales (LIRA SEGURA, 2014), según el último censo universitario en el 2010 la población universitaria asciende a 1 460,000 estudiantes, de los cuales el 69.4% se encuentra en el sistema universitario y el resto en el no universitario. De los alumnos que se encuentran en el sistema universitario, 782,970 alumnos pertenecen a pre grado y un 51.1% de éstos son varones (Del Mastro Vecchione, 2011).

En el departamento de Lambayeque contamos con una universidad nacional, ocho universidades privadas con programas presenciales y a distancia, dos universidades privadas con programas a distancia y en promedio doce institutos con resolución directoral; de toda la oferta educativa superior, algunas tienen mayor demanda que otras, por temas de calidad (exigencia), precio o ser la única con una determinada formación profesional. La población universitaria en este departamento al 2010 ascendía a 32,555 alumnos y un 51.5% de éstos es de sexo masculino (INEI, 2011). El aumento de la oferta educativa superior es por la creciente demanda de la población urbana del país, así como una mayor cobertura de la educación básica en el nivel secundario. El área de formación profesional con mayor crecimiento a través del tiempo es el de ciencias sociales, con un 49% de la población universitaria al 2011 (Asamblea Nacional de Rectores, 2011).

Según la nueva ley universitaria aprobada en el 2014, una carrera profesional universitaria debe constar de 10 semestres académicos los cuales deben llevarse en 5 años (Ley N° 30220, 2014), conociéndose como formación de pre grado, porque sólo terminado este tiempo el estudiante deberá realizar un trabajo de investigación a fin de obtener el grado de bachiller (primer grado universitario). Durante el tiempo de permanencia en la universidad, algunos optan por cambiarse de formación profesional (tema sobre el que fui en su momento aconsejada) porque se dan cuenta que no es de su agrado la formación que vienen recibiendo (cosa que no sucedía en mi caso), otros optan por continuar debido a la presión que ejercen los padres o por no perder el tiempo que ya transcurrió, finalmente otros continúan porque desean cumplir su sueño. En el Perú el 44.4% de los alumnos de pregrado se encuentran en edades entre 20 a 24 años (INEI, 2011) y un 24.6% de los alumnos tiene más de 25 años. Muchos de los alumnos que deciden continuar los estudios de formación, a pesar de no ser de su agrado, llevan los cursos por compromiso y no saben que será de ellos al finalizar el tiempo de pre grado, incluso llegan a pensar en continuar otra especialidad posterior a fin de que sus apoderados los sigan manteniendo lo cual alargara el tiempo de permanencia en el pregrado, esto generará resultados (profesionales) inadecuados por no haber manejado bien los recursos.

He tenido alumnos que han llevado mis cursos porque no les quedaba de otra, como si alguien los obligara y los han llevado dos o tres veces;  en cambio, otros encuentran la utilidad y aplicación del curso en su formación profesional. En mi caso, estudié estadística porque era la formación basada en números la que me atraía, adicionalmente el saber que en uno de los campos de acción en los que me podría desarrollar era la docencia, me animaba aun más a continuar. Fui la única de mi código que acabo la carrera profesional en cinco años; considero que siempre fui una buena alumna, aplicada, estudiaba los temas por adelantado e iba preparada a clase, lo que me permitió obtener el primer puesto de mi código.

Muchos de los profesionales egresados que hasta la fecha no realizan una actividad laboral, comienzan a buscar un trabajo en el grado ya obtenido, con poca experiencia profesional, sólo aquella que obtuvieron en las prácticas profesionales; otros ejercen su profesión con mucha responsabilidad, creatividad y competitividad, pues fue su sueño personal.

Una vez obtenido el grado de bachiller y la licenciatura, busqué alguna oportunidad laboral que tenga que ver con mi formación profesional, pues no pensaba dedicarme a un trabajo que no relacionado con ella. Encontré una en  mi especialidad, sin embargo no me sentía tan contenta con lo que realizaba, hasta que me invitaron a la docencia para  nivel superior. Lo mejor de todo era que iba a dictar cursos de mi especialidad y a pesar de las dudas respecto a mi capacidad como docente y con el apoyo de mis padres, acepté.

Los estudios no culminan allí. Después de obtener el grado de bachiller la formación profesional continua, pues existen diplomados, segundas especialidades, maestrías y doctorados. Actualmente la oferta educativa en postgrado ha aumentado, pues muchas universidades la ofrecen. Para obtener el grado de maestría los egresados deben realizar una tesis, aprobar 48 créditos como mínimo en un tiempo de 2 semestres como mínimo y el dominio de un idioma extranjero o lengua nativa , según Visval, ex director de la Escuela de Posgrado de la USIL (2005), en la maestría se aprende a aprender, aprende a desaprender todos aquellos paradigmas y creencias limitantes de su propio desarrollo y finalmente, aprende a emprender su propia transformación y la de sus organizaciones (Visval, 2005). La especialidad que uno escoge no necesariamente tiene que ser igual a tu formación profesional, más sí debe guardar relación con ella o con la actividad laboral que desempeñas para que sea de utilidad.

En el Perú, un total de 56,358 alumnos se encontraban matriculados en una escuela de postgrado hasta el 2010, de los cuales el 51.8% son mujeres. A la vez en el departamento de Lambayeque, 1,946 alumnos cursaban estudios de posgrado hasta el 2010 (INEI, 2011).

La población de alumnos de posgrado a nivel nacional se encuentra dividida en 79.1% en maestría, 13.7% en Segunda Especialización y 7.2% en Doctorado, siendo la mayoría mujeres en la maestría como en la Segunda Especialización (51.4% y 60.3% respectivamente) y lo contrario (59.9% varones) en el Doctorado (INEI, 2011).

El 2003 inicie la maestría en marketing y negocios internacionales en mi segunda casa de estudios, la Universidad Federico Villareal de Lima, con algunas dudas de cuanto me podría ser útil, sin embargo iba dispuesta a estudiar y aprender lo máximo que se pudiera. Años después obtuve el grado de Magister, estudié dos diplomados y continuaba laborando en la docencia, pero siempre con esta pregunta en mente: ¿Cuándo voy a empezar el último grado profesional?

Posterior a la formación de maestría viene el grado de doctor y PhD (Doctor en Filosofía). El grado de doctor tiene como objetivo formar investigadores con capacidad de realizar y orientar los procesos académicos e investigativos de alta calidad en el área específica de un campo del conocimiento. Por lo tanto, todos los cursos están relacionados a la investigación científica, ya que ayudarán a que el estudiante alcance la sabiduría. Un profesional con grado de doctor en el Perú es aún cotizado económicamente, pues muy pocos cuentan con este grado. Por ejemplo, sólo el 52% de los docentes universitarios a nivel nacional cuentan con el Doctorado y la mayoría en docencia universitaria (INEI, 2011). Cada vez, más universidades amplían su oferta educativa en doctorados, pues es parte de la evaluación de algunas acreditadoras internacionales y nacionales o en otros casos para contar con subvenciones del Consejo Nacional en Proyectos de Ciencia y Tecnología, dentro de los requisitos solicitados por Concytec a las escuelas de posgrado está: no solo tener programa de maestría y doctorado sino un cierto mínimo de egresados que ya cuenten con el grado, estudiantes que se dediquen solo a la investigación a tiempo completo y que éstos de dediquen a publicar, etc.

Para muchos de los peruanos que desean continuar sus estudios de posgrado, es difícil dedicarse a tiempo completo a la maestría o doctorado pues la mayoría debe trabajar y a la vez estudiar, sólo así podrían sufragar sus gastos de estudio, salvo que la entidad donde laboran les conceda la subvención para ello.

Hace 20 años el rumbo que elegí fue distinto al que inicialmente tenía, pero hoy me encuentro feliz realizando mi doctorado en Gestión Educativa (relacionado a mi sueño) y en la universidad que tenía como sueño para mi pregrado (Universidad Peruana Unión). Muchos dirán: pero habiendo otras universidades escogiste esa, pero cada día de clases me siento feliz con la exigencia académica, con lo que puedo aprender y me doy cuenta de que es el inicio de algo que no tiene fin, pues mientras más leo y estudio, me doy cuenta que no existe un final. No sé cuántos grados más tenga que alcanzar, sólo sé de la gran capacidad que tengo y que Dios siempre nos tiene preparado un camino mejor al que nosotros soñamos. Hoy me dedico a la docencia y tras 10 años de experiencia en distintas entidades superiores, es mi objetivo en cada ciclo académico ser una buena docente, donde el conocimiento que imparta sea comprendido y asimilado por mis alumnos, que ellos aproveche todos los recursos que tenemos, y que unido a la confianza, podamos obtener resultados de éxito al final de cada ciclo.

No importa cuánto tiempo haya pasado, Dios continúa moldeando mi vida profesional hasta hoy, me dedico a la docencia y estudio en la Upeu mi doctorado… y estoy segura que esto, no es el final.

 

Álvarez M. et al. (1994). La orientación vocacional a través del currículum y de la tutoría. Barcelona: Ice: Graó.

Asamblea Nacional de Rectores . (2011). Resúmen Estadísticos Universitario 2006 - 2007. Lima.

Del Mastro Vecchione, C. (2011). La educación Superior en Iberoamérica 2011, La educacion Superior en Perú. Centro Interuniversitario de Desarrollo.

INEI. (2011). II Censo Nacional Universitario 2010. Lima.

Ley N° 30220. (09 de Julio de 2014). Ley Universitaria. Normas legales. Lima, Lima, Perú: Diario Oficial El Peruano.

LIRA SEGURA, J. (05 de Julio de 2014). El número de universidades en el Perú se duplicó en solo 13 años. Diario Gestión.

Visval, V. H. (2005). ¿Por qué se debe estudiar una Maestría? Caretas.

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