lunes, 20 de febrero de 2017

La Educación Apropiada


LA EDUCACIÓN CRISTIANA

Los padres, maestros o tutores encargados de la educación de niños deben comprender que la labor que realizan es la más hermosa que Dios les ha encomendado. Deberían en primer lugar conocer el camino correcto, pues incluye lo justo, santo, bueno y virtuoso, teniendo como base el amor a Dios.
Hay mucha diferencia en enseñar a un niño o a un animal, al primero se le debe enseñar el dominio propio, a pensar para luego actuar; al segundo se le adiestra bajo órdenes, esperando que las cumpla. Los padres tienen que fomentar relaciones sociales con sus hijos, convirtiéndose en niños cuando son niños al momento de jugar, sólo así conquistarán su amor y confianza.
Al momento de elegir la escuela para los niños, éstas deberían tener ventanas, ambientes ventilados, orden, vegetación, pues esto les ayuda al desarrollo corporal y mental, contribuyendo a tener buena salud. No basta con dedicar muchas horas a ejercitar el cerebro a través de la lectura de libros pues esto ocasiona la concentración de la sangre en éste órgano, sino que debe fomentarse el ejercicio de todo el cuerpo.
Dios creo al hombre lleno de vitalidad, hermoso a su semejanza, con el pecado el hombre buscó satisfacer sus apetitos corrompidos y pasiones; tal es así que al inicio, la humanidad no se conoce la presencia de enfermedades o muerte a causa de éstas, sin embargo por los hábitos incorrectos del comer y vestir, aparecen muchas enfermedades afectando especialmente a los niños.
Muchas madres tratan de consentir a sus hijos ofreciéndoles toda clase de alimento que perjudique su salud, por lo tanto debería darse mayor importancia a inculcar en los niños los hábitos y alimentos correctos para su salud. Los padres son responsables del carácter que formen sus hijos, del tiempo que les dedican, pues no todo puede ser trabajo. Por lo tanto, se debería dedicar tiempo a la oración, sin dejar que visitas, diversiones interfieran con este tiempo tan especial, como es el de entregar a sus hijos a los pies de Dios.
La importancia del trabajo, las tareas de la casa es algo que debe enseñarse a los niños, exista riqueza o pobreza, de lo contrario dedicarán su tiempo a la ociosidad. El ejercicio o trabajo muscular debe ser complemento a su desarrollo intelectual, sólo así se tendrá una juventud sana y llena de vida.
Los maestros y padres deben buscar la sabiduría de Dios, para que a través de materiales sencillos puedan dar lecciones del gran amor de Dios hacia su creación. El trabajo con los niños es la mejor obra misionera que puedan realizar los maestros, la satisfacción de verlos en un futuro hombres y mujeres de bien, que sirven a Dios y al prójimo es la mas grande recompensa por el trabajo realizado durante los años de su niñez.
Gran responsabilidad en las manos de los padres y maestros. 

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